Un chaleco de protección contra el frío sobre la capa intermedia o la camisa es muy a menudo el complemento adecuado para proteger el cuerpo del frío. Especialmente durante los deportes en días con temperaturas medias y bajas en primavera u otoño, un buen chaleco protege la parte superior del cuerpo como protección contra el viento y el calor y permite una sensación de ligereza en los brazos menos sensibles al frío. Pero no sólo para actividades al aire libre sudorosas, también en la vida diaria en los días soleados de invierno los chalecos cortan una buena figura sobre un cálido suéter de lana.