Ivanhoe of Sweden Risus Chaleco Niños, gris
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Lo primero que debemos de averiguar es la utilidad real que tienen este tipo de prendas de montaña. En principio, su versatilidad parece más escasa que la de una chaqueta o un jersey polar, ya que no es perfecto ni para invierno ni para verano. En invierno hace demasiado frío como para ir sin mangas y en verano hace demasiado calor como para llevar algo más que una camiseta transpirable de montaña. De golpe, nos saltamos dos de las estaciones del año y, en realidad, un chaleco con forro polar tampoco es que sea ideal ni para primavera ni para otoño, ya que son las temporadas con mayor cantidad de precipitaciones al año. ¿Conclusión? ¿No comprar nunca un forro polar? No es para tanto. Poco a poco iremos desgranando las utilidades y funciones del chaleco de forro polar, e iremos comprendiendo que todo tiene su propio sentido. Empezaremos por sus finalidades más básicas:
- Para abrigo de entretiempo en montaña
- Prenda básica de recambio
- Para dar un paseo sin esfuerzos
- Para correr en invierno
- Razones estéticas
El chaleco forro polar como abrigo de entretiempo
Debido a su condición de forro polar, su capacidad aislante y térmica están más que contrastadas, lo que significa que no deja de ser una prenda de abrigo, aunque inusual, pero una prenda de abrigo. Las temporadas de entretiempo hacen que el chaleco forro polar se vea más por los caminos y senderos, aunque no se ven en exceso en cotas relativamente altas. Esto se debe, en gran medida, a que el chaleco no está preparado para la alta montaña, sino más bien para el senderismo o el trekking propiamente dicho. Esta modalidad no exige un esfuerzo demasiado estricto, ni momentos de sudoración extrema. Además te permite refugiarte fácilmente en caso de contratiempos o caídas o subidas bruscas de temperaturas, al menos en sus modalidades más pausadas. El chaleco forro polar es ideal para estos trayectos, pues su ligereza es mayor que la de una plumíferos y su comodidad también supera a de los jerséis. La carencia de mangas hace que el contacto de la parte superior del cuerpo sea mayor para con la naturaleza y, al mismo tiempo, se gana en movimientos.
El chaleco de forro polar como prenda básica de recambio
Dado que su ligereza es mayor y ocupa verdaderamente poco espacio, el chaleco forro polar es una de las prendas por excelencia para llevar en la mochila. Siempre puede venir bien ya que, incluso el día más soleado y caluroso se puede estropear en unos minutos y empezar a tener frío. También se puede pasar del frío de la cara oculta de una ladera al calor incómodo del sol al otro lado de la montaña. Los chalecos no son una prenda versátil en sí misma sino que, según varían las condiciones que nos rodean, se puede utilizar este tipo de prendas bajo unas circunstancias u otras.
El chaleco forro polar para dar un buen paseo
Uno de los paseos ideales que se puede dar con un chaleco de forro polar es un paseo a orillas de la playa en invierno. Las temperaturas siempre son más cálidas que en el interior, y un buen chaleco no deja de ser un abrigo más que suficiente, siempre que no se baje de los 8 o 9 grados. Otro paseo interesante para utilizar el chaleco es por el pueblo o por la ciudad, después de haber bajado de la montaña, en épocas como otoño o primavera. También son ideales para bajar a tomar algo, sencillamente, con tus amigos, después de un buen día deporte.
Chaleco de forro polar para correr en invierno
Correr es un deporte que, mientras se realiza, no se puede ni se debe de ir abrigado en exceso, al mismo tiempo que se necesita una movilidad extrema, comodidad y ligereza en toda la equipación. El chaleco cumple todas estas cualidades, y además no deja de proteger el pecho contra el viento y el frío directo, lo cual es ideal para no caer enfermo por una pulmonía.
Chaleco como pura razón estética
Hay a quien le gustan los polos, otros a los que les encantan los jerséis de cuello alto, a otros las chaquetas de tres cuartos, y qué duda cabe que también están los fanáticos del chaleco con forro polar. Desde que comenzaron a comercializarse en masa, este tipo de abrigo se puso rápidamente de moda entre un gran sector de la población, y no solamente entre los montañeros, también entre los más urbanitas. El chaleco, con su cuello ajustado y su cremallera a medio bajar, siempre da un porte diferente y auténtico, una distinción que sólo los que gozan de estas prendas lo saben apreciar realmente.
¿Cómo elegir el chaleco con forro polar a tu medida?
Lo primero que hay que hacer es ver las características del chaleco, la composición, la capacidad de transpiración, la impermeabilidad, el peso y la esponjosidad o flexibilidad del mismo. Luego habrá que comprobar bien la talla, que no quede demasiado ajustado, pero tampoco excesivamente suelto, para lo que nos lo probaremos con una simple camiseta debajo, cerciorándonos así de la talla que mejor se ajuste a nuestro cuerpo. Después será tan sencillo como elegir el color y el tacto que más le pueda agradar a nuestra piel.