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La palabra vivac hace referencia a los campamentos improvisados que los montañistas y escaladores usan cuando han de pasar la noche o descansar a la intemperie. En Campz.es podrá encontrar todos los recursos necesarios para hacer de su vivac una experiencia inolvidable que le permitirá entrar en contacto con la naturaleza de la mejor manera posible.
Los vivac se pueden clasificar en dos grandes grupos: los vivac previstos y los imprevistos. Se conoce como vivac previsto a los campamentos que los montañistas tienen planeado hacer de antemano, mientras que los imprevistos son los que deben hacerse forzosamente a pesar de no contar con todo el material ideal para ello. En las excursiones de escalada siempre hay que tener en cuenta que es posible que no todo vaya bien: errores en la lectura de los instrumentos de navegación, dificultades en el terreno, climatología adversa... Hay muchas cosas que pueden salir mal. Por ello la regla de oro que todo montañista debe seguir es salir a la aventura estando lo mejor preparado posible. Los vivac pondrán a prueba esta regla continuamente ya que una funda vivac es una inversión que podría parecer innecesaria para algunos, pero que en un momento dado podría suponer la drástica diferencia entre una noche memorable y otra para olvidar.
Los recursos para realizar un vivac varían dependiendo de la estación del año, las características climatológicas y el terreno donde se vaya a efectuar, pero como regla general, el material indispensable es:
Elegir un saco vivac correcto es una elección importante. Recuerde que incluso una funda vivac resistente al más intempestivo de los climas podría convertirse en un elemento contraproducente: si la temperatura es más alta de lo que se aconseja para su uso provocará una indeseada transpiración excesiva. En Campz.es encontrará fundas y sacos de vivac para todas las ocasiones, entre las que caben destacar las de la Vaude. Otro ejemplo es el modelo ultraligero como el Bivi, fabricado por Mountain Equiptment, es una opción ideal para incluir como equipo permanente en su mochila. Sus pequeñas dimensiones y peso (apenas y 100 gramos y del tamaño de un puño cuando está plegado) hacen que sea imperceptible en la ruta, pero será determinante en el caso de que ocurra algún imprevisto. Sin embargo, si se desea realizar un vivac y se busca el mejor equipamiento posible, el PTX Bivibag II de Salewa se convierte en una opción muy adecuada. Es resistente al agua y está fabricado con aislante en la zona inferior y poliuretano transpirable en la cara superior, para prevenir que un posible exceso de sudor enfríe el cuerpo durante la noche. con el PTX Bivibag II estará preparado para todo a costa de añadir a la mochila un peso de solo 780 gramos. La manta aluminizada es un recurso que nunca debería faltar en la mochila de un alpinista. Su principal función es aislar el cuerpo del suelo, por donde se pierde gran parte del calor corporal, pero tiene otras muchas funciones gracias a que es resistente al agua e incluso puede funcionar como espejo con el que hacer señales. Disponer de ropa seca de repuesto nos salvará de más de un apuro en caso de que la que portemos se moje con la lluvia, la nieve o nuestro propio sudor. Por último, la comida y bebida en abundancia le será útil no solo para alimentarse, sino como forma de producir un valioso extra de calor corporal. Lo ideal es acostumbrarse a llevar estos elementos en todas las escaladas o rutas y encontrar un hueco permanente para ellos en la mochila, de forma que esta se convierta en una navaja suiza a gran escala que contenga las herramientas necesarias para cualquier situación inesperada.
Aunque sea un vivac improvisado, se debe escoger muy bien el terreno donde llevarlo a cabo. El lugar debe ofrecer un resguardado ante la climatología: nunca se debe vivaquear en la cima de una montaña ni en altiplanicies abiertas. Una ladera o un bosque con formaciones rocosas son emplazamientos más adecuados para montar el campamento. Una cueva puede ser un refugio ideal, ya que la temperatura en el interior puede ser hasta unos 15 grados superior a la exterior, no obstante, hay que mantener la entrada siempre despejada o al menos una salida de aire constante que permita evacuar los gases dañinos para el ser humano. En cualquier tipo de terreno, el montañista deberá ser ingenioso a la hora de montar el campamento y aprovechar todos los recursos que la propia naturaleza ofrece. Usar los árboles como soporte, las hojas como colchoneta o una piedra para elevar la cabeza del suelo son trucos que se aprenden gracias a la experiencia. Cuando se hace vivac sobre nieve conviene crear un refugio natural cavando un agujero donde introducir el saco de vivac, lo que ayudará a mantener estable la temperatura corporal y a protegernos de las rachas de viento.