Las nuevas tecnologías, en lo que a aparatos electrónicos se refiere, permite al excursionista o expedicionario servirse de novedosos sistemas de localización (gps) y comunicación (walkies, móviles, etc.) durante sus movimientos y estancias en la montaña, camping, tardes de senderismo... Todos estos sistemas proporcionan una seguridad imprescindible cuando se trata de pasar jornadas en plena naturaleza, apartado de focos poblados y siempre con potenciales peligros (ríos, montañas, barrancos...). Pero todos estos revolucionarios gps, localizadores, móviles y demás, necesitan una fuente de energía para funcionar: los aparatos necesitan ser recargados. Para esto existen en el mercado gran cantidad de cargadores portátiles, fáciles de utilizar, rápidos y muy efectivos. El cargador se convierte por tanto, junto al aparato electrónico de comunicación, en un objeto básico en la mochila o bolsa de viaje de cualquier aventurero que disfrute de la vida al aire libre, los viajes, acampadas, excursiones en bicicleta, etc.
El correcto funcionamiento de los aparatos electrónicos portátiles dependerá de la carga de sus pilas y/o baterías. Al principio, los usuarios de este tipo de aparatos tenía que prevenir y llevar en su mochila repuestos suficientes para todo su viaje. Teniendo en cuenta que las pilas y las baterías se descargan más rápidamente en lugares fríos, como la montaña, transportar repuestos suponía llevar una carga extra poco deseable. A esto hay que añadir que antes las pilas no eran recargables, y por tanto, suponían un desembolso económico constante. Con la aparición del cargador este inconveniente se superó. Las pilas podían recargarse una y otra vez de forma muy sencilla, simplemente incorporando las pilas (o la batería completa) en el cargador, enchufarlo a la corriente eléctrica y esperar. Los cargadores eran cada vez más pequeños y ligeros, a la vez que más potentes y rápidos. Pero todavía necesitaban evolucionar un poco más para adaptarse definitivamente a las necesidades de los usuarios que realizaban sus actividades en contacto con la naturaleza y no tenían acceso a un enchufe donde conectar su cargador.
Con la incorporación de un simple adaptador, el cargador pudo conectarse a los enchufes de los coches (de maletero o de mechero). Este tipo de cargador era perfecto para las acampadas o para las excursiones en las que se tuviera cerca un vehículo con este tipo de enchufe, pero continuaba siendo ineficaz para el excursionista de "a pie". El cargador de mini-placas solares fue la solución definitiva a estas necesidades. Simples conjuntos de placas de células solares recogen las radiaciones del sol y la claridad ambiente en los días nublados, transformándola en energía que, mediante un cable se conecta al aparato electrónico elegido y carga sus pilas y baterías. Estos cargadores son portátiles, pesan muy poco y ocupan como una pequeña agenda. Incorporan sistemas de anclaje que permiten llevarlos colgados en el exterior de la mochila e ir absorbiendo durante la marcha la energía solar y ambiente a la vez que van cargando el móvil, gps...
Cada usuario puede encontrar en Campz.es el cargador adaptado a sus necesidades concretas: de enchufe directo a la corriente, solares, de coche, con conexión USB...
Además de un cargador para aparatos electrónicos, el viajero puede encontrar en Campz.es todo un abanico de pequeños artículos que harán su viaje mucho más cómodo a la vez que le proporcionarán un plus de seguridad, como los candados de diferentes tipos, botiquines, paraguas plegables, correas para equipajes, mosquetones de anclaje, sistemas de iluminación, cámaras de casco, gps, etc.
